Acoso laboral

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    Empleada sufriendo acoso laboral por su jefe

    El acoso laboral, también denominado mobbing, significa el hostigamiento de una o varias personas del entorno laboral a un trabajador. Este se da de forma sistemática (al menos semanalmente), es sostenido en el tiempo (durante varios meses o años), y atenta contra la integridad física y psicológica de la persona.

    Tiene como objetivo, que ésta pierda o abandone su puesto de trabajo; o, simplemente, destruir su autoestima para que de esta manera, el acosador pueda elevar la suya.

    Los síntomas que presenta una persona, como consecuencias del mobbing, son tanto a nivel psicológico, físico, familiares como sociales. Entre ellos:


    Insomnio, irritabilidad y mal humor, depresión, tristeza, ansiedad, pérdida de autoestima, sentimientos de culpabilidad, dificultad para concentrarse, dolor de cabeza, dolor de nuca, dolores musculares, dolor de estómago, vómitos, diarrea, falta de apetito, mareos, fatiga crónica, aislamiento social, apatía.

    La respuesta del entorno del acosado es muy importante, ya que si los demás compañeros de trabajo o el jefe, se convierten en cómplice del acosador -lo cual es muy frecuente- es más difícil poder escapar a la violencia, ya que esta se implanta de forma permanente y autorizada (activa o pasivamente) por todos; de esta manera, la persona se encuentra acorralada y sin ayuda cercana.

    De todas maneras, el apoyo se puede buscar en el exterior del ámbito de trabajo, acudiendo a la justicia, a psicólogos especializados en la temática, asociaciones contra el mobbing.

    Acciones contra la dignidad de la persona.

    A continuación el detalle de algunas de las acciones contra la reputación y contra el desarrollo del trabajo de la persona afectada por mobbing:

    1- Vida privada de las personas:

    burlarse o criticar la vida privada, la nacionalidad, un defecto o discapacidad de la persona. Molestar en el domicilio privado mediante llamadas telefónicas.

    2- Violencia física:

    empujones, golpes, levantar la mano, amenazar con agresión física, acoso sexual.

    3- Agresiones verbales:

    insultos, gritos, elevar la voz, contestar de mala manera, mal tono de voz.

    4- Rumores:

    hablar a espaldas con calumnias y mentiras; difundir injurias sobre la persona.

    5- Relaciones sociales:

    aislar a una persona, no permitiendo que nadie le hable, ni dirigiéndole la palabra. Ignorarla como si no existiera.

    6- Desarrollo del trabajo:

    – Delegar más trabajo de lo que puede realizar una persona normalmente. O, todo lo contrario, no confiarle ningún trabajo sin darle explicaciones.

    – Ubicarla en un lugar apartado de los demás compañeros, generalmente en un ambiente físico desagradable.

    – Encomendar tareas de inferior categoría a su cargo.

    -Presionarla para realizar tareas en contra de sus convicciones personales, morales o culturales.

    – Criticar constantemente su desempeño en la realización de su trabajo, insultándola.

    Psicóloga Claudia Alberto

    ¿Qué puedo hacer?

    Ante la situación de acoso laboral, se pueden tener en cuenta las siguientes recomendaciones desde la Psicología para bloquearlo:

    1. Reaccionar rápidamente. Cuanto antes se tome alguna medida, mejor se resolverá la situación; ya que si dejamos pasar el tiempo el maltrato pasa a “naturalizarse”, se instala, y al acosador le es cada día más fácil maltratar ya que su lugar de poder se ve asegurado o confirmado por la víctima, al no rebelarse al mismo.
    2. No autoculparse, ni reprocharse nada. Suele suceder que la persona acosada, tienda a buscar en que falló, o incluso creerse merecedora de ese maltrato por sentirse inferior a sus compañeros, tanto a nivel de personalidad como de desempeño laboral. Hay que reaccionar ante esta actitud porque lleva a caer en la trampa del otro e imposibilita la búsqueda de soluciones inmediatas.
    3. Trabajar sobre la autoestima para poder enfrentar el estado violento de las relaciones personales y laborales por sí mismo. Es fundamental cómo se encuentra psicológicamente una persona para poder ser víctima de acoso. Si se fortalece la autovaloración, si se siente seguro en su personalidad, y en la capacidad para desarrollar eficientemente el trabajo, es muy difícil que el acoso se instale, y sólo puede quedar en un intento frustrado por parte del acosador.
    4. Contar con el apoyo de los seres queridos, la pareja la familia, los amigos fuera del trabajo, para hablar del tema sin miedos ni vergüenza. El sostén afectivo de otras personas que se conozca, de contextos diferentes al laboral, ayuda a impugnar, desmentir lo que se vive en el ámbito del trabajo. Si gente cercana, con aprecio mutuo, se entera de la agresión que se esta viviendo, puede aconsejar desde una posición privilegiada dado que podrán comprender mejor que nadie la situación vivida; y, además, colaborar al fortalecimiento de la autoestima, rescatando los aspectos positivos de la persona afectada.
    5. Investigar sobre el tema para comparar su situación con lo que se denomina mobbing, y saber si lo que se está padeciendo encaja en la descripción del mismo. Por otra parte, enterarse de las graves consecuencias que trae experimentar durante cierto tiempo el acoso laboral; lo cual ayudará a tomar la decisión de actuar prontamente.
    6. Informarse sobre los aspectos jurídicos del mobbing, sobre los derechos de los acosados y las actuaciones que se pueden realizar.
    7. Preguntar sobre la normativa, de la empresa, si la tuviese, para saber cuáles son los pasos que debe seguir para solicitar ayuda y cómo la protege la misma, antes de recurrir al departamento de Recursos Humanos.
    8. Denunciar ante el departamento de Recursos Humanos de la empresa, si es que lo hubiera. Actualmente, las organizaciones, dada la legislación laboral, están formando a este área para atender casos de mobbing; e incluso están estableciendo sus propios reglamentos internos para abordarlos.
    9. Si no se soluciona en un breve plazo a nivel de la empresa, con la información dada a Recursos Humanos; o si no existiese a quien recurrir en la misma, dirigirse a denunciar a los Tribunales de Justicia, con asesoramiento legal.
    10. Consultar con un profesional de la salud, médico, psicólogo/psicóloga, para que certifique el estado de salud deteriorado a raíz del acoso laboral, y las consecuencias derivadas del mismo. Esto servirá como testimonio o prueba ante la negación de los demás de lo que se esta viviendo y como documentación para las denuncias formales que se efectúen.

    Psicóloga
    Claudia Alberto Fermanelli